Por Walter Diaz de la Vega C.
Hace poco circuló por internet una carta escrita por Nani Pease. En aquella carta menciona lo que ella y su familia sufrieron en la dictadura de Fujimori, y también escribe sobre por qué no votará por Keiko Fujimori. Algo que me dejó pensando durante varios días después de haber leído aquella carta, fue la parte final de la misma, donde le pregunta al lector “Por fa, cuéntame ¿qué te hizo la dictadura de Fujimori a ti?”.
Mi nombre es Walter Diaz de la Vega Castillo, trabajo en el rubro de telecomunicaciones desde los 16 años. A los 17 años de edad entré a trabajar a Telefónica del Perú y actualmente sigo laborando en dicha transnacional. Las siguientes líneas serán una respuesta a la pregunta final de la carta de Nani Pease.
Después de culminar la secundaria, mi objetivo primordial fue conseguir un trabajo para ayudar económicamente en mi casa. Estudiando por las noches una carrera técnica y por la mañanas buscando un trabajo, conseguí una plaza para hacer prácticas en una empresa llamada Itete Perú, (sí, esa empresa que te arregla el cable, el Internet o el teléfono). No voy a negar que aprendí algo relacionado a lo que estudié, pero resulta que en el periodo que pase en aquella empresa de capital español, nunca estuve en planilla, laboré más de 12 horas diarias y como era “nuevo” tenía que pagar derecho de piso trabajando de lunes a domingo. Recién al tercer mes, después de haber ingresado, me comenzaron a pagar el sueldo mínimo de aquel tiempo (410 soles).
Posteriormente fui trasladado a una subcontrata de la misma Itete Perú (una "service de la service", práctica muy común de muchas empresas) volviendo a realizar prácticas, pero esta vez sí me pagaron desde el comienzo. El primer mes en aquella subcontrata me pagaron la cuantiosa suma de 70 soles por un mes. Sí, aunque te sorprenda, tan solo 70 soles por un mes de trabajo. Obviamente al recibir ese “premiazo” por mi esfuerzo tuve que buscar otro sitio donde pueda seguir aprendiendo, pero también a la vez ganando algo que valga la pena. Y bueno, algo conseguí, también en una subcontrata de Itete, aquí al menos me pagaban 375 soles al mes.
Meses después ingresé a Telefónica del Perú como practicante. En Telefónica si tenía un día descanso, y me pagaban poco más del sueldo mínimo, pero igual seguía trabajando más de 8 horas diarias.
A pocos días de ingresar a Telefónica me enteré que años atrás habían despedido a miles de trabajadores. Según lo que me contaban los compañeros más antiguos, la empresa había decidido despedir "a todos los viejos".
Recuerdo que una noche del año 2002 me quede conversando con un “tío” (un cariño para los trabajadores más antiguos de Telefónica) hasta casi las 10 de la noche. Hablamos de la familia, el fútbol, los planes para el futuro, etc. Y recuerdo muy bien aquella noche porque al día siguiente, a mi “tío” no lo dejaron ingresar a la empresa. Lo habían despedido sin motivo alguno. Bueno, si había motivo: tenía 51 años. Dicen que era viejo, pero lo curioso era que el Gerente en aquel tiempo bordeaba la misma edad. No se imaginan lo que sentí en aquel momento. Era una combinación de ira con impotencia, me sentí muy mal de no poder hacer nada.
Mi etapa en Telefónica no ha sido muy diferente a la de Itete Perú, porque luego de diez años laborando para la transnacional, solo me están considerando dos años de servicio. Ocho años se fueron a la borda por que Telefónica también me tuvo en diferentes “formas” de trabajo: practicante, cooperativa, contrato a plazo, en filial, etc.
Estimada Nani, lo que acabo de narrar es lo que me hizo la dictadura de Fujimori. Cuando su régimen modificó todas las leyes y especialmente las laborales, creó el escenario perfecto para que no se respeten las leyes y la inmunidad prevalezca. Prueba de ello es la poca capacidad del Estado para fiscalizar y hacer respetar las leyes de nuestro país.
Hace poco vi un video donde varios de los grandes empresarios del país le festejan sus medidas al dictador Fujimori, eso confirma aún más lo que pienso. Me causa mucha indignación que esa etapa de mi vida se siga repitiendo en miles y miles de ciudadanos. Y me sorprendo a veces, ver gente que ha sido y quizás sigue siendo víctima de los abusos laborales, y no sepa o en algunos casos se rehúsen a entender que la causa fundamental de estos abusos proviene de lo que nos dejó la dictadura de Fujimori.
Al igual que tú, yo tampoco votaré por la hija de Fujimori.
Walter Diaz de la Vega C.
martes, 17 de mayo de 2011
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