Pronunciamiento NAK – Junio 2017
La segunda vuelta del 11 de abril de 2016 sumió, tanto a NAK y todos los colectivos antifujimoristas de la Sociedad Civil, en intensos y complicados debates sobre las dos opciones que teníamos al frente. La primera: votar por un candidato que coincidía y coincide con el fujimorismo en continuar con el Modelo Económico. La segunda: votar viciado. Alternativa a la que, paradójicamente, el fujimorismo y sus troles nos alentaban.
Finalmente decidimos llamar al voto por PPK como un acto de responsabilidad política contra el terrible golpe moral que para el país hubiera significado la victoria del partido de los Fujimori, cuya fuerza de choque ya anunciaba que destino les esperaba a los sectores democráticos, que lo han combatido desde los 90’s, una vez que llegaran gobierno.
Voltear las cifras de intención de voto para una elección, que parecía ganada por FP, implicó convencer al ciudadano no militante que dudaba entre ambos candidatos o viciar su voto. Marcha tras marcha, piquete tras piquete; en las calles y en las redes; lograron que el fujimorismo sufra una de las derrotas más duras de su historia. Sin embargo, en esta lucha, el papel del actual presidente fue la de un candidato carente de reflejos y compromisos democráticos firmes y, a veces, la de un factor de contra campaña a quien parecía darle igual los resultados electorales. Situación que contrastaba con un fujimorismo matón e inescrupuloso, es decir, el fujimorismo de siempre.
Así como el Fujimorismo no ha cambiado, tampoco su estrategia de ser gobierno. Tal estrategia consiste en adelantar las elecciones usando su poder en el Congreso como un arma y con el apoyo del APRA, cuyo líder espera pescar a río revuelto en este sabotaje al gobierno. Al parecer, PPK y su entorno tampoco han dejado de ser los políticos débiles que vimos en la campaña. Con varios ministros censurados por el aprofujimorismo e incapaces de controlar a sus operadores lobbystas en el gobierno, esta gestión nuevamente se ve empujada a negociar la liberación del delincuente y dictador Alberto Fujimori. Atentar contra el Estado de Derecho no traerá estabilidad a su gobierno y tampoco frenará los intentos de la mafia naranja de llegar a la presidencia antes del 2021.
Liberando al dictador lo único que conseguirán es fortalecer a un sector fujimorista, o a ambos, quienes tendrán más chance para conseguir un llamado prematuro a elecciones una vez que manden al presidente y a sus amigos a sus casas.
Por lo tanto nuestro poder como Sociedad Civil tiene otra vez que revertir esa ventaja que el fujimorismo ha logrado gracias a la debilidad del gobierno y a la inacción de las desorientadas fuerzas progresistas que en el Congreso parecen no dar la talla. Terciar como poder en esta disputa no implica “salvar” al gobierno de PPK, tampoco respaldar su búsqueda de estabilidad con un juego de cúpulas y mucho menos sólo evitar que su líder histórico acceda a la gracia presidencial.
Derrotar al fujimorismo y al APRA implica frenarlos desde las calles y exigir al gobierno una solución definitiva, dentro del marco constitucional, al desgobierno que provocan esta oscura alianza y sus representantes dentro del Estado, como la Contraloría.
Desde NAK hacemos un llamado a todos los colectivos de la Sociedad Civil a nivel nacional para organizarnos y volver a dar vida al único movimiento que ha sido capaz de derrotar una y otra vez al fujimorismo desde las calles.
#ElTiempoDeHacerloEsAhora
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