No había transcurrido ni una semana de la primera vuelta presidencial de 2021 en Perú, cuando Mario Vargas Llosa (MVLL), otrora líder acérrimo del combate contra la mafia fujimorista, decidió olvidar una vida de lucha para convertirse en el nuevo PADRINO de la candidata Keiko Fujimori, actualmente procesada por ser cabecilla de la organización criminal que él mismo denunció tantas veces, y para quien la Fiscalía ha pedido 30 años de prisión por los delitos de recepción ilegal de dinero (para financiar campañas electorales en 2011 y 2016), lavado de activos, obstrucción a la justicia y falsa declaración.
Los fiscales que han investigado y acusado al fujimorismo (y otras bandas conexas como “Los Cuellos Blancos del Puerto”), así como los jueces que han ordenado sendas prisiones preventivas, han arriesgado y siguen arriesgando la vida cada vez que se enfrentan a estas organizaciones criminales, y hoy están muy preocupados e incluso temen por lo que pueda pasarles si la Señora K llegara a Palacio de Gobierno, pues su seguridad e integridad física correrían un grave peligro.
MVLL y los nuevos PADRINOS de Keiko deberán asumir públicamente su responsabilidad por cualquier atentado o daño contra estos hombres y mujeres que desde el sistema judicial realizan una valiente labor contra la corrupción. Labor que, lamentablemente, en caso que el fujimorismo gane la segunda vuelta presidencial, será aniquilada; como todo lo que la mafia naranja aniquila cuando está en el poder.
Aprovechamos la ocasión para reafirmar que el Colectivo No a Keiko no cree ni creerá nada de lo que el fujimorismo prometa, jure o firme; porque a lo largo de tres décadas han demostrado que nunca cumplen lo que dicen y son una amenaza permanente para el país y la democracia.
Perú, 20 de abril de 2021
Colectivo No a Keiko
www.noakeiko.com
